Aceite esencial de Lavanda

Lavandula angustifolia

aceite esencial de lavanda

Relajante​​

Dolores de cabeza​

Insomnio​​

Trastornos de piel​​

Quemaduras​

Repelente natural

 

Su nombre proviene del latín “lavare” que significa lavar, debido a que los romanos la usaban en sus baños como aromatizante, relajante y vigorizante.

El aceite de lavanda es más popular, versátil y ampliamente usado de todos los aceites esenciales. Su perfecta inocuidad, su óptima tolerancia, combinadas con una eficacia sin igual, han contribuido a concederle un papel primordial dentro de la “farmacia aromática”.
Es un “curalotodo” que ha sabido mantener su reputación, durante miles de años, gracias a su capacidad para restaurar el equilibrio de todas las funciones del cuerpo como también de las emociones.

En general, su efecto es aliviante, calmante y relajante. Brinda paz y silencio interior.

Es un antiespasmódico muy activo, calmante, descontracturante muscular y antiinflamatorio. Se emplea eficazmente en masajes para calambres y trastornos musculares; en baños para dolores y achaques; en compresas para aliviar cólicos y espasmos (tanto en bebés, niños y adultos); y unas pocas gotas en el agua o una gota o dos sobre la almohada ayudan a combatir el insomnio.

Es efectivo para tratar resfríos y gripe, ya que no sólo neutraliza los virus que causan la infección, sino que mitiga muchos de sus síntomas. En estos casos, lo más aconsejable es recurrir a las inhalaciones de vapor.

Es un buen tónico para el músculo cardíaco, razón por la cual se utiliza para contrarestar los calambres en el plexo solar.

Una compresa fría con lavanda o un par de gotas frotadas sobre las sienes alivia el dolor de cabeza.

Es repelente de insectos, pero también trata picaduras de insectos venenosos como escorpiones, arañas o avispas. Frotar una gota sobre la picadura elimina la rojez, el ardor y sensación de picazón.

Es el gran comodín en cosmética porque relaja tonifica y aumenta la elasticidad de los tejidos. Es un buen cicatrizante epitelial y ayuda a la regeneración de las células.

Descongestiona las pieles cansadas y repara las sensibles o alérgicas.

Acelera la curación de quemaduras menores con increíble rapidez y eficacia, y puede usarse en un lavado antiséptico para ayudar a sanar cortes y heridas pequeñas.

Por sus cualidades desinflamantes, antisépticas, vulnerarias y regeneradoras se emplea para el cuidado y tratamiento cutáneo: eczemas, dermatitis, úlceras, alergias cutáneas; y en perfumería porque su aroma fresco, delicado y floral resulta reconfortante y familiar.

Como estimula el desarrollo celular y regula el exceso de grasa resulta eficaz en los tratamientos para combatir la celulitis. Por esta mismo razón además se recomienda los tratamientos para combatir la celulitis. Por esta mismo razón, además se recomienda en casos de acné, pieles grasas o caspa.

Su gran poder relajante lo vuelve un potente aliado para enfrentar los estragos que el estrés causa en el organismo y en la piel. Un baño caliente con unas gotas de lavanda(diluído en un vehicular) al final del día puede obrar casi milagros. También da buenos resultados en los casos de alopecias producidas por estrés.

Aunque es un aceite de vastas aplicaciones, como es muy suave puede ser utilizado durante el embarazado sin problemas, pero siempre diluido.

La lavanda alivia, equilibra, calma y ayuda a lidiar con la depresión, los cambios de humor y la tensión premenstrual.

Aporta armonía y equilibrio, relaja y tranquiliza, y apacigua las emociones, fobias, nerviosismo, hiper emotividad, ansiedad, miedos y trastornos de sueño.

Sus efectos sosegantes y relajantes pueden emplearse para facilitar la meditación, y sus cualidades equilibrantes devuelven la armonía al aura y contribuyen al equilibrio del chakra corona, o sea de todos los chakras.

Ayuda a superar los esquemas educativos, a aceptar la individualidad y a encontrar la orientación de uno mismo.

 

 

Relajación: Tanto en el cuerpo como en la mente. Reduce la ansiedad y el estrés.
Sensación de paz: Su aroma induce a la serenidad.
Ambiental: Podés usarlo con hornitos y difusores de aromas como un aromatizante libre de tóxicos.
Piel más sana: Usar diluído en aceite vehicular, alivio ante acnés, eczemas. Propiedades antisépticas y antibacterianas.
Repelente: Su aroma es un potente repelente de polillas e insectos.
Cabello más fuerte: Estimula la circulación sanguínea por lo que puede fortalecer el crecimiento del cabello con masajes junto con aceite vehicular.
Alivia la piel inflamada: Por su propiedad antiinflamatoria ayuda a aliviar el picor por eczemas o picaduras de insectos.
Alivia dolores menstruales: Aplicá junto con aceite vehicular masajeando el abdomen ante cólicos menstruales.

RECETA ANTIPOLILLAS PARA TU ROPA

Las polillas odian su olor. Para proteger tu ropa podés mojar unas bolitas de algódón o poner unas flores con unas gotitas de lavanda en bolsas de tela para ponerlos dentro de los armarios.

Recordá utilizar los aceites esenciales en combinación con un aceite vehicular en caso de contacto con la piel o baños de inmersión.

Modo de uso:  Hornillo  - Baños de inmersión, pies y manos - Masajes (previamente diluido en un aceite vegetal)

Contenido: 8 ml

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