Crema de turmalina

Es una crema corporal que combina el cuidado y atención que tu piel requiere con todas las propiedades energéticas de la turmalina.

Está enriquecida con aceites de argán, sésamo, extractos de olivo, jengibre y árnica que otorgan a
la piel un bálsamo de hidratación y humectación.

Su cualidad más valiosa es la protección energética que brinda la turmalina, reactivando la energía y haciéndola fluir, reduciendo el estrés y transmutando las emociones y pensamientos negativos.

Si tuviste un día pesado de trabajo te recomendamos que lo pruebes en aquel lugar donde sientas más molestias. Por ejemplo, si te sientes angustiado, puedes probarlo en el pecho o si te sientes agotado, te recomendamos aplicarlo en la planta de los pies

TOURMALINE PROTECTION BODY CREAM

Sésamo

Contiene vitaminas AEB, ácidos grasos saludables, proteínas y antioxidantes que hidratan y protegen la piel, retrasando la degeneración de los tejidos y combatiendo el envejecimiento y otras afecciones cutáneas.
Revitaliza la piel y la suaviza, siendo ideal para tratar la sequedad, agrietamiento o escamado. Como estimula la melanina, también protege contra la agresión de los rayos UV.
Es altamente recomendado por la medicina ayurvédica porque, al calentarse con el masaje, nutre el organismo y tranquiliza el sistema nervioso, aportando nueva energía.

TOURMALINE PROTECTION BODY CREAM

Jengibre

Rico en polifenoles (poderosos antioxidantes) es muy empleado para revitalizar la piel y combatir los signos del envejecimiento: arrugas, marcas, líneas de expresión.
Ayuda a proteger contra el daño oxidativo y el estrés celular, otorgando esplendor y ejerciendo un efecto tensor y reafirmante. Además, tiene la capacidad de ayudar a disolver y eliminar las células muertas, suavizar las manchas de la edad y uniformar el tono de la piel.
Como es efectivo para mantener y mejorar la circulación sanguínea contribuye a aliviar dolores y calambres.

TOURMALINE PROTECTION BODY CREAM

Arnica

Es una planta antiinflamatoria y analgésica muy apropiada para calmar el dolor y consecuentemente reducir la inflamación en casos de golpes, hinchazón, afecciones musculares/articulares y otros problemas de piel, gracias también a sus propiedades rubefacientes que estimulan la circulación de la sangre.
Sus cualidades antisépticas, antibacterianas, descongestivas y fungicidas se aúnan para evitar la proliferación de hongos y bacterias, protegiendo la piel, a la cual también suaviza, hidrata y reconforta.